Contexto en el que
se desarrolló:
En Europa se produce durante la
segunda mitad del siglo XIX un rápido crecimiento económico propiciado por la
expansión económica. Este avance de la industrialización está también ligado a
la intensificación del comercio y el progreso técnico junto a la consolidación
del poder de la burguesía. No obstante, también la clase social, el
proletariado, se organiza. Tiene lugar una reunión de dirigentes socialistas de
toda Europa, la 1ª Internacional de Marx, y aparecen los primeros sindicatos
que tienen por objeto la protección de los derechos obreros.
Dentro del campo de la filosofía, que
tanto marcará las tendencias literarias y artísticas en general, se pueden
distinguir durante este período de tiempo denominado con el nombre de realismo
dos corrientes: el positivismo y el realismo propiamente dicho.
Técnicas y
temáticas:
El arte realista se
configura como un movimiento que intenta plasmar objetivamente la realidad. Se
extiende a todos los campos de la creación humana aunque tuvo una importancia
especial en la literatura. En el caso concreto de las artes plásticas, el
realismo consigue la máxima expresión en Francia, casi exactamente, en la mitad
del siglo XIX.
En cuanto a la temática podemos decir que el realismo reivindica el
apogeo de la realidad, la importancia de los temas cotidianos tratados de un
modo objetivo sin idealización ni pintoresquismo, frente a los grandes temas
del pasado- religión, mitología, alegoría, historia...- . En este sentido el
romanticismo les ha abierto las puertas al haber insistido tanto en el paisaje,
sin mitos, y en lo popular. En realidad lo escandaloso de los realistas está en
los temas, la manera que tienen de afrontar la realidad ya que la técnica es
más tradicional. Se niegan a idealizar las imágenes y el hombre aparece en sus
tareas normales. El gusto burgués mira con añoranza las realizaciones más
frívolas del arte del Antiguo Régimen y la aparición de las obras de Courbet
suponen un provocador revulsivo.
Por otro lado cuando hablamos de la
técnica pictórica, el carácter que distingue a la pintura moderna, es también
la importancia que se da al desempeño,
el cuidado que se otorga al claro-oscuro, a la perspectiva, y sobre todo al
color; el afán constante por conseguir el efecto pictórico, y la plasticidad y relieve que
se da al cuadro, mediante la franqueza y generosidad de la ejecución.
Es preciso hacer notar que desde el
punto de vista técnico, el realismo no introduce novedades sino que revitaliza
la técnica de los grandes maestros barrocos, especialmente de los españoles. El
realismo barroco, en cuanto al estudio de la luz y
de las calidades, vuelve a tener vigencia. La pincelada es firme, el contorno
preciso.
El Realismo al oponerse a la
idealización de imágenes, el hombre es
representado realizando sus tareas normales de cada día y el tema de la fatiga,
se convierte en un impulso prolífico de inspiración. Los enfoques directos, sin
ambigüedades ni adornos suponen una confrontación directa con el
convencionalismo y con la concepción del arte como una categoría sublimadora de
la realidad.
Los realistas se diferenciaron
principalmente de sus antecesores en la elección de los temas. En cuanto a la
técnica pictórica se mantuvieron convencionales y familiarizados con ellos,
también sus cuadros se caracterizaban por la nitidez de las formas, la
contextualización perspectiva del cuadro y las composiciones cerradas. Su
preocupación por el enfoque real de los temas se ve favorecida por la aparición
de la fotografía.
Artista y Obra
representativa:
Daumier (1808-1879). Realiza grabados
y litografías y caricaturas que critican la hipocresía de la monarquía de Luis
Felipe. En la pintura al óleo utiliza una pincelada enérgica que da la
sensación de abocetamiento. Sus temas reflejan el compromiso y la solidaridad
con las clases humildes. como en La lavandera:
Éste es el cuadro más conocido del
pintor realista francés Honoré Daumier. Data del año 1863 y se trata de un óleo
sobre lienzo con unas dimensiones de 49 cm. de alto por 33,5 cm de ancho. Se
conserva en el Museo de Orsay de París.
Es una de las obras que realizó
retratando a las clases humildes parisinas durante el segundo imperio, como Un
vagón de tercera de la misma época. De ellas se desprende la impresión de
sufrimiento, del trabajo agotador que desempeñan. No obstante, también puede
apreciarse que la lavandera es fuerte, robusta, lo que reflejaría su
consideración como una heroína, un «monumento a la honradez», pues así se veía
por parte del socialismo de la época romántica. En este sentido, sus
representaciones de las clases humildes es parecida a la de Jean-François
Millet. Este cuadro se trata de una exaltación de la mujer, trabajadora y madre
a la vez.
Se representa como centro del cuadro
a una mujer solitaria y trabajadora, que ha terminado su jornada y sube las
escaleras, desde las orillas del Sena, dando la mano a un niño. Va fornicando
con un fardo en el que lleva ropa. Detrás de ella se ven las casas brillando
esquemáticamente a la luz vespertina.
En esta cuadro, Daumier pinta mediante masas compactas, con fuertes
contrastes de claroscuro. La lavandera aparece como una oscura silueta, el
fondo está iluminado.
Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/La_lavandera
http://es.answers.yahoo.com/question/index?qid=20091114111023AAAMYCO
http://www.artelista.com/arte-realista.html
http://tom-historiadelarte.blogspot.com.ar/2007/05/la-pintura-realista-en-el-siglo-xix.html
http://www.monografias.com/trabajos88/realismo-formas-y-expresiones/realismo-formas-y-expresiones.shtml
No hay comentarios:
Publicar un comentario